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El Pavión de Apel

MERCEDES

Sin Mercedes, todo se empobrece. Es otro país. Menor. Más solo. La tucumana, con la cara de huaco ancestral que los días fueron tallándole, elevó al pueblo y lo llenó de belleza y de canto esencial, cada vez más puro, más noble. Muchas veces conversé con ella, y no lo olvido. En cada ocasión fue generosa, amable. Cantó de a ratos para ilustrar algo, como regalo. Le salía sin que se le pidiera, pájaro argentino que venía de la historia y recorría el tiempo. Qué tremendo vacío.

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